Desafíos a sentencias judiciales, inclusive las emanadas por la SCJ

Por: Alejandro Santana
Últimamente, hemos venido viendo como las sentencias judiciales, se han venido violentando, inclusive las emanadas por la Suprema Corte de Justicia, después de ser apeladas en sus jurisdicciones correspondientes.
Y no las han venido desafiando y desacatando, ciudadanos comunes, han sido personas que han sido elegidas por el pueblo en votaciones generales, o municipales, y específicamente me estoy refiriendo a casos que tienen que ver con corrupción. Es decir, que de acuerdo a los alegatos de esos ilustres elegidos por votos directos, han estado desafiando decisiones de ley que trata de frenar lo que está estipulado en nuestro Código penal.
Esta vez son muy sonados los casos de la romana, y Jaquimeyes, en la Región Sur, del país, es como si se pusieran de acuerdo autoridades de distintas demarcaciones para desafiar a la máxima autoridad en materia de sentencias, la Superna Corte de Justicia.
Indiscutiblemente que este es un mal precedente en materia de justicia, donde han surgido, islas de poder que hasta desafían a máximos tribuales de la República, lo que nos hace entender que en materia judicial tenemos una gran debilidad, aupada por representantes dela judicatura nacional.
Ha habido un desafió, provocador, junto con la falta de autoridad de tribunales de más categorías judiciales, cuyas sentencias son irrevocables, pero que los políticos se las ingenian para desacatarlas.
Frente a dodo esos desacatos, quien es el culpable, o quien o quienes aúpan a los desacatadores, sin tener en cuenta que esos desacatos se tornan muy peligrosos, que en lo adelante esos tribunales no tendrán la moral suficiente para evacuar sanciones a corruptos, que han comprado su salvoconducto aglutinándose en el partido que está en el poder.
Cuando representantes del mismo poder, se prestan para cuestionar decisiones de Tribunales superiores, la democracia y el orden Constitucionales, tienden a colapsar.
Hubiera sido más elegante que esas sentencias se cumplieran, que los condenados por corrupción hubieran ido a las cárceles y luego el Poder Ejecutivo dentro de sus atribuciones decidiera la suspensión de esas prisiones en favor de sus nuevos adeptos políticos… Hubiera sido más elegante y se guardarían las apariencias amparadas en una decisión Constitucional que puede ejercer el Ejecutivo de la Nación en días consagrados para tales fines..
Ahora surgen muchas preguntas… Acaso el haber cometido actos dolosos estando en partidos opositores y dar giros, y juramentarse en el partido que está en el poder, nos libra de todo mal.
Por la vía en que vamos, estamos transitando caminos que podrían hacer colapsar nuestro sistema judicial. Es decir, yo cometo actos reñidos con la ley, estando en un partido que va a la oposición, me someten a la justicia por esos actos, pero yo me juramento en el que ha ascendido y ya son un ciudadano íntegro, solo por haber dado el salto….Si seguimos como vamos, caeremos por el despeñadero, irremediablemente..
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