Después de la muerte nada hacemos con dinero

 

POR: ALEJANDRO SANTANA

 

Muchos dominicanos, no acabamos de entender que la muerte es un tránsito natural, que todos experimentaremos y que cuando llega se lleva con ella, nuestros recuerdos, memorias, que hasta la Santa Biblia establece, el que nada trajimos y nada nos  llevamos.

Este trabajo viene a colación por la profanación de una tumba en el municipio de Cabral, donde el depósito de unos mil pesos en el ataúd despertó la codicia de desaprensivos que la sacaron de donde la habían colocado, la rompieron para extraer, la milonga.

Reflexionamos y decimos que esa es una falta de respeto al difunto y hasta los familiares…. Entiendo que la falta es a los familiares, que han visto como una afrenta y falta de respeto, pero hacia ellos… El difunto nada sintió.

Pero de todos modos es una falta a los que le sobreviven, toda vez que hemos perdido mucho con la delincuencia, que para ellos ya no hay familias respetables…

Pero si ahondamos más en el hecho del depósito de los mil pesos en el ataúd,  nos damos cuenta de que aun en estos tiempos de tantos modernismos  aún hay personas que vivimos con la creencia de que nuestros difuntos se convertirán en nuestros protectores luego de la muerte.

 

                               Esa es la foto de la profanación de una tumba en el Municipio de Cabral, los profanadores  fueron detrás de mil pesos que un familiar del difunto deposito en el ataúd, para que este comprara, su salvación en el más allá

En estos tiempos de penurias donde tantas cosas hacen falta, escasean y es hasta difícil para algunos conseguir mil pesos. Colocar esa suma en un ataúd es hasta un desafío a la delincuencia.

Y sin entrar en cuestionamientos sobre las creencias religiosas, debemos destacar que hasta ellos a la hora de la muerte de un ser querido suelen reaccionar con inconformidad, a sabiendas de que la misma Biblia, que es su libro de consulta, establece que en la muerte nada necesitamos, ni siquiera las oraciones, solo sepultura.

 

De todos modos hay que resaltar que los delincuentes que profanaron esa tumba en busca de los mil pesos, se dieron banquete ingiriendo bebida clandestina, que por  el precio en que la venden alcanzo para varios jumos, y ellos estarán bendiciendo al familiar que entendió que en el más allá se necesita dinero, desconociendo que en el cielo no se paga peaje, aunque  lo correcto es decir, después de la muerte, nada más necesitamos sepultura….

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